Ciclismo en Flandes: deporte de élite y tradición

Remco Evenepoel
¡“Una bici, una bici, mi reino por una bici”! Esto habría exclamado Ricardo III si Shakespeare hubiera sido flamenco. Aquí, las dos ruedas dominan nuestras vidas. Y más cuando se van acercando los clásicos de primavera, un perfecto matrimonio entre deporte de élite y tradición.
De Ronde van Vlaanderen

Omloop Het Nieuwsblad y Kuurne-Brussel-Kuurne, Nokere Koerse y Gent-Wevelgem, la E3 Classic y Dwars door Vlaanderen. Para terminar con la guinda del pastel: la el Tour de Flandes. El corazón se nos acelera, las pupilas se dilatan, las comisuras de los labios se levantan. Llega la primavera y eso, en Flandes, significa una sola cosa: el regreso del ciclismo. Desde tiempos inmemorables, estas fechas están marcadas en nuestro calendario.

Flandes se apasiona por el ciclismo. En cuanto la bicicleta, además de ser un medio de transporte, también se ha convertido en un instrumento para disputar apasionantes carreras, y ha conquistado nuestros corazones. Ese amor lo expresamos año tras año en primavera. El país flamenco, con sus paisajes ondulados, sus duras pendientes y sus imponentes adoquines, se convierte en el escenario de una serie de carreras únicas. Son protagonizadas por los mejores ciclistas que se disputan la victoria. Mientras sus hazañas son un ejemplo del deporte de élite, se monta una gran fiesta popular junto a las carreteras flamencas.

Paterberg

Omloop Het Nieuwsblad y Kuurne-Brussel-Kuurne, Nokere Koerse y Gent-Wevelgem, la E3 Classic y Dwars door Vlaanderen. Para terminar con la guinda del pastel: la el Tour de Flandes. El corazón se nos acelera, las pupilas se dilatan, las comisuras de los labios se levantan. Llega la primavera y eso, en Flandes, significa una sola cosa: el regreso del ciclismo. Desde tiempos inmemorables, estas fechas están marcadas en nuestro calendario.

Flandes se apasiona por el ciclismo. En cuanto la bicicleta, además de ser un medio de transporte, también se ha convertido en un instrumento para disputar apasionantes carreras, y ha conquistado nuestros corazones. Ese amor lo expresamos año tras año en primavera. El país flamenco, con sus paisajes ondulados, sus duras pendientes y sus imponentes adoquines, se convierte en el escenario de una serie de carreras únicas. Son protagonizadas por los mejores ciclistas que se disputan la victoria. Mientras sus hazañas son un ejemplo del deporte de élite, se monta una gran fiesta popular junto a las carreteras flamencas.

Ronde van Vlaanderen

La primavera ciclista flamenca es una sucesión de momentos inolvidables. Que lleva a la apoteosis. El más sagrado de todos los domingos, el día más bello del año: el Tour de Flandes. Quizás brille el sol, quizás llueva a cántaros, pero en cualquier caso, la multitud acudirá para participar en esta singular fiesta popular. Como media, encontrarás un millón de juerguistas al borde de las carreteras, aproximadamente uno de cada seis flamencos.

Y en cuanto ha pasado ese espléndido espectáculo, brindamos por la belleza del Tour. A continuación, empezamos la cuenta atrás hasta la próxima primavera flamenca.

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