Anne-Sophie Breysem

 «Nos gusta crear ilusiones en el plato: por ejemplo, en la temporada de espárragos servimos una mousse de chocolate blanco con forma de espárrago. Es tan realista que los clientes se sorprenden cuando pongo el plato en la mesa. Una vez, un cliente incluso me pidió un cuchillo para cortar el espárrago (risas). Nuestro objetivo: crear platos que permanezcan en la memoria de nuestros clientes durante mucho tiempo». Incluso una mousse de gambas bañada en una gelatina de tomate rojo brillante crea la ilusión óptica de una clásica gamba con tomate. «Nos encanta la nostalgia de los clásicos flamencos, pero siempre con humor», afirma Anne-Sophie.

En las estrellas no estaba escrito que Anne-Sophie acabaría en la cocina. Fue durante su formación como diseñadora gráfica cuando, como hobby, empezó en la escuela de hostelería. «Me entusiasmé enseguida. Y lo supe: quiero seguir en esto». Sin nada de experiencia, llamó a la puerta de un restaurante en Hasselt. «Empecé como ayudante de cocina y fui ascendiendo hasta llegar a chef. Después de un año al frente de la cocina, de repente me concedieron el título de «Ladychef van het jaar» (chef femenina del año)». Poco después, su por entonces segundo de cocina, Jaume, le preguntó si le apetecía montar un restaurante juntos. «Podríamos transformar la vieja mansión de su suegra en un negocio con carácter. Me lancé al agua sin pensarlo y no me he arrepentido ni un segundo».

Anne-Sophie y Jaume forman un equipo muy unido: «Estoy convencida de que llegas a creaciones más interesantes en el plato cuando puedes intercambiar opiniones con alguien. También es interesante ver cómo mi origen flamenco y el suyo español se unen en los platos: por ejemplo, servimos un plato con espárragos flamencos, un huevo escalfado e incluso migas».