
7 razones para visitar Gante

1. ¡Música, maestro!
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Gante es una banda sonora. Y muy variada además. Siendo una de las cinco Ciudades de la música de la UNESCO en el mundo, la ciudad está plagada de teatros de ópera, casas de la cultura como Vooruit y festivales comov el innovador y al mismo tiempo clásico OdeGand o el atrevido y alternativo festival de Boomtown. Pero su característica más sobresaliente: los innumerables bares y salas de conciertos repartidos por toda la ciudad. Ve al Kinky Star si quieros oír ruidosas guitarras, al Café Video para tomar algo fresco o al Hot Club de Gand para disfrutar de estimulante jazz. En Gante puedes encontrar lo más actual, casi todas las noches y a menudo gratis. Y ni siquiera hemos mencionado aún las Gentse Feesten...
2. 10 días de fiesta

A mediados de julio todo Gante deja de trabajar, deja de dormir y sale de fiesta durante diez dias seguidos. Los ganteses las llaman Gentse Feesten ('Fiestas de Gante'), y a ellas acuden más de un millón de visitantes cada año. Diez escenarios diferentes invaden las calles del centro de la ciudad, donde tienen lugar centenares de conciertos (gratuitos), obras de teatro, arte callejero y mucho más. Tenlo en cuenta si visitas Gante justo después de las fiestas. Sus habitantes se recuperan de una buena resaca, así que podrías encontrarla silenciosa durante un par de semanas.
3. Una postal de skyline

Gante tien su skyline, pero es algo diferente: no refleja asépticos rascacielos o edificios de oficinas, sino una hilera de tres magníficas torres medievales. La Iglesia de San Nicolás, la vieja torre vigía Atalaya y la Catedral de San Bavón figuran en casi todas las postales de Gante. Los amantes de los edificios contemporáneos también se llevarán una sorpresa: entre la iglesia y la Atalaya podrás ver el 'Stadshal' (el pabellón municipal), una flamante muestra de arquitectura modernista construida en 2012. Aunque el edificio ha sido galardonado con varios premios internacionales, no es del gusto de todos; de ahí su apodo: 'el establo de ovejas'.
4. Relajación a orillas del río

Los pintorescos ríos Leie y Escalda se unen en Gante. Y donde hay agua, hay un ambiente acogedor. Uno de los lugares favoritos para los locales: los adoquines del Graslei. nete a ellos para disfrutar de una conversación agradable y una bebida refrescante. Hay muchas probabilidades de que alguien que improvisa con su guitarra acústica te amenice con música de fondo gratuita. Nuestro consejo personal favorito: alquila tu propio barco y descubre las aguas de Gante.
5. Arte elevado, robo elevado
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La Adoración del Cordero Místico es algo que no te puedes perder cuando visites Gante.La obra maestra del siglo VX, de Jan y Hubert Van Eyck es el orgullo y el placer artùistico de Gante. Y siendo la obra de arte más robada en la historia, tiene una historia que contar bastante violenta. El retablo está siendo restaurado en estos momentos y puedes ver algunos paneles en el taller del Museo de Bellas Artes. Si prefieres el arte novedoso y actual, visita el museo de arte moderno SMAK, justo enfrente del Museo de Bellas Artes. Ofrece numerosas e interesantes exposiciones temporales.
6. Dale una oportunidad a los guisantes
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Gante es la capital vegetariana mundial gracias a la organización local EVA, que inventó el 'Jueves vegetariano'. Poco desqués, los servicios municipales, docenas de compañías e incluso algunos restaurantes se unieron a la iniciativa y prohibieron la carne en el menú de todos los jueves. Simplemente porque Gante ama de verdad el medio ambiente. Participa visitando uno de los numerosos restaurantes vegetarianos que hay por toda la ciudad. Y no solo los que responden al estereotipo. Ve, por ejemplo, a De Frietketel para degustar las probablemente mejores patatas fritas de la ciudad y una amplia variedad de aperitivos veganos/vegetarianos. Comprueba dónde se encuentran todos los restaurantes vegetarianos en este cómodo mapa.
7. Jardín del Edén
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Aunque es una ciudad polifacética y animada, Gante también cuenta con numerosos lugares tranquilos e inspiradores. Los jardines de la Abadía de San Pedro son una de esas joyas escondidas. Túmbate sobre la hierba, rodeado de viñas y lavanda. Su ambiente se acerca a la perfección, ¿no crees?
Echa un vistazo a las guías Lonely Planet y Use-It si deseas inspirante. O mejor incluso: visita Gante y descúbrela por ti mismo.
Escrito el 1 de febrero de 2017