

Flandes de noche
Aburrida, gris, fantasmal... Aléjate de los tópicos y conoce por ti mismo la noche en Flandes. Si te apetece disfrutar de buena música y conciertos en vivo, degustar cada uno de los más de 400 tipos de cervezas y ginebras, charlar con sus habitantes y bailar en los cafés, tus noches en Flandes serán flamencas de verdad.
En las ciudades universitarias -como Lovaina- los locales no cierran hasta altas horas de la madrugada y sus habitantes no tienen complejos a la hora de bailar. De hecho, la música de cada local es característica, ¿te atreves a escuchar la de los más de 50 bares del Oude Markt?
Quien haya pasado por Gante en una noche de primavera no podrá olvidar su vida nocturna. A lo largo de los muelles Korenlei y Graslei los estudiantes beben cerveza jovialmente, sin por ello molestar a sus vecinos. Un murmullo indica al visitante que la ciudad está viva, y le anima a unirse a la fiesta. En Flandes la diversión no significa ruido, sino disfrute. Al margen de las terrazas y los muelles esta ciudad está plagada de los más variopintos cafés. La asociación Use-it ofrece un plano de la ciudad en el que están marcados todos los locales de copas, incluso organizan paseos guiados nocturnos para conocer los diferentes ambientes. Pero si preferimos ir por libre sin perder detalle, la publicación Tonight in Ghent, de la misma asociación, nos da todos los consejos para "sobrevivir" a la noche: teatros, restaurantes, conciertos y mucho más. Por algo será que este año la Love Parade se organiza en Gante…
Si lo que nos va es la música tecno y las discotecas, no debemos olvidar que Bruselas es la capital europea. Locales como The Fuse no defraudan. ¿Preferimos un ambiente más exótico? Un paseo por el barrio Matonge nos trasladará a los ritmos, sabores y colores de África. Situado en pleno centro de Bruselas, su nombre es un homenaje al barrio homónimo de Kinshasa. Y como Bruselas es sinónimo de variedad (solicita en nuestra Oficina la guía en español "Toda la diversión de Bruselas"), también encontramos en ella míticos cafés como La Mort Subite que inspiraba a Jacques Brel, o L´Archiduc, en el más puro estilo de los años 50. El barrio de St. Géry está lleno de locales, pero si queremos ver un sitio donde la alta sociedad se codea con los inmigrantes recién llegados y los jóvenes más modernos, nuestro punto de encuentro es el café del edificio Flagey, antigua casa de la radio y hoy centro cultural.
Hablando de moda, no te pierdas el ambiente de Amberes. La ciudad de los diseñadores de moda cuenta con los clubes más vanguardistas. Algunos están originalmente situados en los muelles del puerto. ¡Toda una experiencia! Algo tendrá la noche de Amberes que atrae incluso a sus vecinos, los holandeses.
Y para los amantes del ambiente tranquilo… nada mejor que Brujas. Tras la cena en un coqueto restaurante, los canales iluminados invitan a dar un paseo antes de regresar al hotel. Otra alternativa es asistir a uno de los eventos organizados en el Auditorio o Concertgebouw.
Ya lo ves. Flandes sigue sorprendiendo. Sus festivales, como The Night of the Proms, el Jazz Marathon, o las fiestas de Gante, los precios razonables de sus locales, la variedad de ambientes, la facilidad de volver al hotel a pie tras una noche de juerga, y la simpatía de sus habitantes que siempre están dispuestos a conversar, te darán una idea de sus ciudades muy alejada de los tópicos. ¡Anímate a vivir tu propia noche flamenca!
Encontrarás más información en: www.use-it.be