El Jardín botánico de Meise, historia en verde

El origen de toda esa belleza se remonta a la época en torno del año 1150. Es cuando aquí, en la franja verde que rodea Bruselas, vio la luz un robusto torreón. Esta torre de defensa cuadrada luce muros de hasta un metro de grosor. Finalmente, se construyó un castillo cerrado a su alrededor. Hoy, el castillo cuenta con cuatro torres redondas y un impresionante foso. El castillo se construyó aquí estratégicamente, como defensa del ducado de Brabante contra el condado de Flandes y los señores de Grimbergen. 

Con el paso del tiempo, el castillo sufrió mucho. A lo largo de los siglos, fue saqueado, destruido y restaurado en repetidas ocasiones. A pesar de todo, esto no desanimó a los notables que vivían aquí: lo convirtieron en un lugar hermoso. Cuando el rey belga Leopoldo II compró el castillo, se lo regaló a su hermana Carlota. Era la viuda de Maximiliano de Austria, el emperador de México que fue ejecutado durante una revolución en aquel país. Cuando Carlota se instaló en el castillo de Bouchout, lo hizo reformar en estilo neogótico y neorrenacentista. Todavía se pueden reconocer algunos detalles, como la carpintería del querido salón de Carlota.