Quien dice Ardenas flamencas, dice ciclismo. Los amplios valles, las empinadas cuestas (empedradas) y las orillas verdes del Escalda son el telón de fondo tradicional de las clásicas de primavera en Flandes. El Muro de Geraardsbergen y las cuestas Koppenberg, Taaienberg, Wolvenberg y Oude Kwaremont. El que quiera llevar el título honorífico de Flandrien debe conquistar a estos icónicos rompepiernas. Naturalmente, las Ardenas flamencas no son solo para los aficionados al ciclismo. Los paisajes ondulados, las vistas pintorescas y los principales atractivos como el Muziekbos (bosque de música) hacen de la región un paraíso del senderismo para toda la familia: esforzarse, relajarse y disfrutar.