48 horas en Amberes, una gran ciudad

Una visita a Amberes empieza por el principio: la estación de tren. La estación Antwerpen-Centraal no solo es una puerta de entrada a la ciudad, también es una atracción especial. Esta obra maestra de la arquitectura también es conocida como la catedral del ferrocarril. La explicación la encontramos en sus techos abovedados, sus relojes monumentales y su grandioso vestíbulo. Desde 1905, ha dejado con la boca abierta a millones de viajeros.

Cuando sales de esta joya, muy cerca te encontrarás otros puntos destacados. A pocos metros se encuentra el Zoo de Amberes, uno de los zoos más antiguos del mundo. Si no te apetece ver el zoo y prefieres visitar otro lugar, anímate a pasear por el Distrito de los diamantes. Este barrio es uno de los centros de diamantes más importantes del mundo desde hace siglos. Nada menos que el 84 % de los diamantes en bruto del mundo pasan por los ojos recelosos de los comerciantes de diamantes de Amberes. Por supuesto, esas piedras tan caras no son aptas para todos los bolsillos, pero un paseo por esos escaparates llenos de brillo es una atracción en sí misma.

Después de este paseo, ponemos rumbo al Meir. Hoy es un bulevar peatonal y comercial repleto de bellos edificios rococó y también un importante eje de la ciudad desde hace cinco siglos. En su época, el personaje barroco e icono de Amberes Pedro Pablo Rubens acudía allí en busca de inspiración y descanso. Hacerlo no le suponía un gran esfuerzo, ya que vivía a la vuelta de la esquina. Su impresionante palacio de la ciudad – que él mismo diseñó – todavía se conserva allí en todo su esplendor. Como Casa de Rubens, este edificio rinde homenaje a la vida y obra de este artista. Al entrar en el antiguo taller del maestro podrás conocer algunas de sus obras maestras, como La Anunciación. Su obra está a la altura de la de sus ilustres colegas, como Anthony Van Dyck y Pieter Bruegel el Viejo. No esperes más, porque la Casa de Rubens cerrará sus puertas en enero de 2023 para someterse a una importante renovación. La gran reapertura está prevista para 2027. ¡Date prisa!

Después de dar un breve paseo por el centro de la ciudad de Amberes, podrás disfrutar de una segunda introducción a este gran maestro amberino. El Museo Plantin-Moretus te traslada al siglo XVI, a la época de Rubens. En su día, este impresionante edificio fue el corazón palpitante de la imprenta de libros europea. Aquí se imprimieron algunas de las obras más importantes de la época, como la emblemática Utopía de Tomás Moro. Las imprentas se han mantenido en un estado casi perfecto, con las paredes cubiertas de piel de color dorado. Uno de los directores de esta imprenta pionera fue Balthasar I Moretus, amigo de la infancia de Rubens. Él le pidió a Rubens que hiciera algunos retratos. Esas obras todavía adornan las paredes. La UNESCO debió pensar que esta razón era más que suficiente para que este museo fuera el único del mundo en ser incluido en su lista de patrimonio mundial.

Ya has conocido la grandeza de la Amberes de antaño. Ahora es el momento de descubrir su versión más moderna. Gracias a su destacada academia de moda y a sus antiguos alumnos, esta ciudad ha desempeñado un papel clave en la moda durante décadas. A algunos de ellos los conocemos como los Seis de Amberes. Esa media docena de diseñadores pioneros puso el mundo de la moda patas arriba a mediados de los años 80 del siglo pasado. Su trabajo – y el de sus numerosos y vanguardistas sucesores – sigue estando en casa, en Amberes. El barrio que rodea la calle Nationalestraat sigue siendo un epicentro de la moda.

El distrito de la moda demuestra que Amberes es sinónimo de novedad y vanguardia. Y eso no es diferente en las artes. El Museo de Arte Contemporáneo de Amberes (M HKA, o Museum voor Hedendaagse Kunst Antwerpen) – que se encuentra en un antiguo silo de grano – lo demuestra. En la planta baja se ha construido un oscuro laberinto en el que encontrarás tentadoras obras de arte de maestros contemporáneos como Luc Tuymans, Guillaume Bijl y el artista/constructor de sueños Panamarenko. En las otras plantas, las exposiciones temporales te ofrecen un deleite artístico adicional.

Después de un día perfecto, rebosante de arte y grandeza, el cuerpo también se merece un capricho. Nos dirigimos al barrio llamado het Eilandje. Llegamos a het Eilandje (la islita) dando un agradable paseo por los muelles del Escalda. Un poco de aire fresco, unas magníficas vistas sobre el río y un paseo junto al castillo medieval Het Steen – actualmente un centro de recepción de turistas – mejorarán tu estado de ánimo. En el centro de este distrito se encuentra el majestuoso Museum aan de Stroom (MAS). Ese museo urbano merece una visita en sí mismo, y nadie se puede perder la impresionante panorámica de la ciudad que se puede ver desde el tejado. Una visita al atardecer se puede convertir en unas vistas mágicas de la ciudad.

Después de disfrutar de las vistas puedes volver a bajar por el MAS y encontrarás numerosos puntos gastronómicos. ¿Quieres degustar un simple bocado o disfrutar de una elaborada experiencia gastronómica? Aquí encontrarás todo el espectro. Una cena acogedora es un preludio ideal para ese otro patrimonio belga: la cerveza. En las numerosas cervecerías y cafeterías de este barrio, conocerás nuestra espléndida gama de cervezas. Cuando estés en Amberes, ¡haz lo que hacen los amberinos! Pídete una De Koninck, el orgullo cervecero local. Una (o más) de estas bollekes son un gran activador del sueño para descansar como nunca. Porque mañana vuelve a haber mucho Amberes en la agenda.

Quien dice Rubens, dice Amberes, y viceversa. Ayer conocimos brevemente a este genial artista. Hoy vamos a conocerlo un poco mejor. Este viaje de descubrimiento comienza en la Catedral de Nuestra Señora, un monumento que ha adornado el horizonte de Amberes desde principios del siglo XIV. La catedral en sí es gótica, pero el interior es barroco. Y ese estilo lleva la firma de Rubens. Encontrarás cuatro de sus obras maestras monumentales: los trípticos el Levantamiento de la cruz, El descenso de la cruz, La resurrección de Cristo y el retablo La asunción de María. La catedral no solo muestra, sino que también desafía, la obra del maestro. Además, también encontrarás una impresionante pintura del artista contemporáneo Sam Dillemans, llamada Homenaje a Rubens: el Descenso de la cruz. Este diálogo artístico entre dos maestros de Amberes se extiende a lo largo de los siglos.

De la majestuosa catedral pasamos a la Iglesia de San Carlos Borromeo, que también se conoce como la Iglesia de Rubens. El maestro hizo tanto pinturas como esculturas para esta especial iglesia. Como arquitecto-pintor-decorador, participó en la torre, la fachada, el altar mayor, los techos de estuco y dos capillas. Su retablo El regreso de la Sagrada Familia fue pintado específicamente para este lugar, desapareció por un tiempo, pero ahora está de nuevo en casa.

A la tercera va la vencida, dice el refrán. Así que aquí añadimos una tercera introducción a Rubens. Y la tercera es: el Museo Real de Bellas Artes de Amberes (KMSKA o Koninklijk Museum voor Schone Kunsten Antwerpen). Este magnífico museo reabrió sus puertas a finales de 2022, tras una profunda renovación integral que duró nada menos que 11 años. Este palacio artístico alberga una impresionante colección de más de 13.000 obras de arte. Aquí tienen un lugar numerosos grandes nombres de la pintura europea. Y, por supuesto, no podía faltar la figura artística de Amberes. La impresionante Sala de Rubens del KMSKA muestra dieciséis de sus pinturas, como las obras maestras Adoración de los Reyes y Venus frígida. Además, el museo también alberga la mayor colección del mundo de obras del maestro moderno James Ensor, y obras maestras de, entre otros, Jan van Eyck, Hans Memling, Jean Fouquet, Amedeo Modigliani, Pierre Alechinsky y otros muchos artistas.

Después de esta vertiginosa experiencia artística es necesario descansar un poco. Se agradece respirar aire fresco, así que volvemos a atravesar la ciudad. La calle Kloosterstraat, un lugar muy animado los domingos, conduce a la emblemática Plaza Mayor de Amberes. Allí se encuentra el ayuntamiento, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, un edificio renacentista con algunos toques barrocos. Justo antes, verás la imponente fuente de Brabo. Esta fuente representa la leyenda que dio nombre a Amberes. El heroico Brabo se enfrentó al malvado gigante Antigoon, que aterrorizaba a la ciudad. Brabo ganó la batalla, cortó la mano del gigante derrotado y la arrojó al Escalda: Esa acción, «hand» y «werpen» (tirar la mano, en neerlandés), se convirtió en «Antwerpen» (Amberes).

Después de una breve lección de historia y etimología, volvemos a recorrer el Escalda. Hacia el norte nos encontramos otro punto destacado que todavía no hemos visto. Para ello, nos dirigimos al puerto. Un lugar destacado, ya que el puerto de Amberes es uno de los más grandes e importantes de Europa. Y allí, incluso para el visitante medio, hay algo magnífico que nadie se debe perder: el Havenhuis. Este edificio es la sede del Puerto de Amberes, uno de los mayores puertos de Europa. Este icono contemporáneo es obra de la arquitecta Zaha Hadid. En lo alto de una antigua estación de bomberos – conservada en su estado original – concibió un brillante y reluciente diamante. En poco tiempo, esta imponente estructura se convirtió en un punto de referencia en este bello horizonte.

Especialmente al atardecer, este es un brillante acorde final para tus 48 horas en Amberes.
¡Hasta pronto!