Dendermonde

cycling on Grand Place of Dendermonde ©Johan Martens
¿Por qué un caballo gigante de madera no podría gobernar una ciudad? Dendermonde demuestra que sí es posible. El “Ros Beiaard” es el símbolo por excelencia de la ciudad. Esta criatura folclórica realiza un recorrido por Dendermonde cada diez años. En cada ocasión, el resultado es una fiesta popular sin parangón. Sin embargo, la ciudad tiene más bazas en la manga. La Lonja de Paños y la Casa de la Carne en la Plaza Mayor, y por supuesto el Campanario. En este edificio reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO repican las 49 campanas del carillón. Hablando de patrimonio, Dendermonde siempre nos suena.

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