El palacio de Egmont, residencia del conde

Sablon Bruselas
Este opulento palacio urbano fue el hogar de Lamoral, conde de Egmont. Dos hermosos parques nos devuelven a la grandeza de aquella época. Te damos la bienvenida al Parque de Egmont y Kleine Zavelsquare (la plaza del Petit Sablon).

Dos hermosos parques

El palacio de Egmont rezuma muchos siglos de historia. Descubrirás sus exuberantes fachadas desde el adyacente Parque de Egmont, el antaño jardín de este palacio urbano. En este lugar, podrás admirar las estatuas de bronce y árboles centenarios. En la antigua «orangerie» del palacio, La Fabrique en Ville, te recibirán con los brazos abiertos. No te pierdas sus deliciosas cervezas de Bruselas y postres caseros.

A continuación, un corto paseo te llevará a Kleine Zavelsquare, una joya arquitectónica de estilo renacentista flamenco. Es a la vez un parque encantador y un museo al aire libre con decenas de estatuas. Una parte de ellas representa a los gremios de Bruselas, mientras que las demás son un homenaje a grandes humanistas como Mercator. Sigue los bojes cuidadosamente podados –cada seto simboliza una de las provincias belgas– y te encontrarás cara a cara con la efigie de los condes de Egmont y Horne.

Palacio de Egmont

De Egmont a la diplomacia internacional

El opulento palacio urbano fue construido a mediados del siglo XVI por la princesa Françoise de Luxemburgo y su hijo Lamoral I de Gavere. Le conocemos mejor como el conde de Egmont. Este estadista puso su vida al servicio de la corona española. Tras la muerte del último descendiente de este linaje, el palacio pasó a manos de la familia Arenberg. Desde el siglo XX, es propiedad del gobierno federal belga. Fue y es desde entonces el escenario habitual de importantes reuniones diplomáticas de la política (inter)nacional.

Palacio de Egmont

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Parque de Egmont
1000 Brussel
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Kleine Zavelsquare
1000 Brussel
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Palacio de Egmont