El castillo de Gaasbeek, una perla en medio de la vegetación

El orgulloso castillo de Gaasbeek es una auténtica experiencia integral. Este romántico castillo cuenta historias centenarias y exhibe una impresionante colección de arte, en medio de un oasis verde.

Una finca preciosa que rezuma arte e historia

El castillo de Gaasbeek reúne mundos diferentes. Es a la vez un antiquísimo fortín neogótico que parece sacado de un cuento de hadas y un museo con una rica colección. Dentro de sus muros, podrás admirar muebles preciosos, tapices, cuadros, esculturas, orfebrería y mucho más. Toda esa belleza se extiende por 20 salas que arrojan luz sobre la vida cotidiana de los castellanos y damas de antaño.

El castillo no solo destaca por sus fachadas y su rica colección, sino también por su entorno. Y es que se encuentra en medio de un oasis de verdor, en la franja verde que rodea Bruselas. El parque del castillo, de 49 hectáreas, es un lugar de ensueño para relajarse y aliviar el estrés del día a día entre sus árboles y edificios centenarios, estanques, avenidas y senderos.

8 siglos de historias

El castillo de Gaasbeek está profundamente arraigado en su entorno. Alrededor del año 1240, ya había un castillo en este lugar. Probablemente servía para proteger al entonces ducado de Brabante. Gaasbeek era un lugar estratégicamente lógico para ello, cerca de las fronteras de Brabante y los condados de Flandes y Henao.

Casi siglo y medio después, en Gaasbeek amaneció una época oscura. En 1388, el castillo fue completamente destruido por un grupo de bruselenses enfurecidos que se vengaron del asesinato del luchador por la libertad Everaard t'Serclaes. Con el tiempo, el castillo se reconstruyó y más tarde sería la base de destacadas figuras de la historia de los Países Bajos. Entre otros, el conde de Egmont vivió aquí algunos años antes de su muerte.

Pero con eso, la historia aún no estaba escrita en Gaasbeek. A finales del siglo XVIII, la noble familia italiana Arconati compró el castillo. Más o menos 100 años después, la marquesa Marie Arconati Visconti convirtió su segunda residencia en el romántico castillo neogótico de cuento de hadas que vemos hoy. Incluso dentro de los muros del castillo, aún se puede reconocer la mano de esta intelectual artística. Gran parte de la colección de arte del castillo de Gaasbeek procede de su colección personal.