El palacio de Coudenberg, elegancia pura

Paleis Brussel
Donde antaño se alzaba el palacio de Bruselas, ahora se pasea por el Koningsplein (Plaza Real). Este elegante emplazamiento en el corazón de la capital cuenta muchas historias de la opulencia y grandeza de Bruselas. En el Museo BELvue, por ejemplo, lo aprenderás todo sobre la historia de Bélgica. O aventúrate por los pasadizos subterráneos del palacio medieval de Coudenberg.

Un elegante testigo del pasado de Bruselas

En lo alto del Coudenberg se encuentra la elegante Plaza Real. En ella, podrás sumergirte en los vestigios del otrora maravilloso palacio de Bruselas y descubrir el Museo BELvue, una hilera de edificios neoclásicos, el Warandepark (Parque de Bruselas) y el Palacio Real de Bruselas.

El palacio original desapareció hace tiempo, pero todavía cuenta sus historias. Las descubrirás visitando los cimientos y las bodegas del palacio. A continuación, entra en BELvue, el museo dedicado a la historia de Bélgica. Un paseo por el extenso Warandepark te sumergirá en la grandeza de antaño. El edificio que acapara todas las miradas en esta plaza es el Palacio Real de Bruselas. Es el principal lugar de trabajo del rey y durante los meses de verano abre sus puertas al público. Todo ello forma un bello conjunto histórico, testigo del opulento pasado de Bruselas.  

Museo BELvue

1.000 años de grandeza

La grandeza de la Plaza Real se remonta a hace casi 1.000 años. En aquella época, el palacio de Bruselas se alzaba en todo su esplendor en lo alto del Coudenberg. Era una de las residencias principescas más preciosas de Europa. A partir del siglo XIII, los duques de Brabante consideraron esta ciudad como su sede política. El palacio se convirtió en un centro neurálgico de la diplomacia internacional y un lugar de entretenimiento. A lo largo de los siglos se fue ampliando, incluso por el poderoso Carlos V. Durante este período, el conde de Egmont, entonces fiel servidor de la corona española, acudía a menudo a este palacio.

Por desgracia, toda esa belleza se perdió durante una fatídica noche de 1731. María Isabel de Austria, la gobernadora de los Países Bajos Austríacos, llegó a casa y se fue a dormir. Superada por el cansancio, se olvidó de apagar las velas. Esto dio lugar a un voraz incendio. Al amanecer, la mayor parte del palacio había sido arrasado por las llamas.

En la década de 1770, el distrito de la corte se rediseñó por completo. Las ruinas del antiguo palacio y numerosos edificios circundantes, fueron demolidos hasta la última piedra. En su lugar se construyó la Plaza Real tal y como la conocemos hoy, rodeada de edificios neoclásicos y del imponente Warandepark.

El Palacio en el Koudenberg
Parque de Warande de Bruselas