Paseo en bicicleta desde Lovaina: Meerdaalroute

Empezamos en el corazón de la histórica Lovaina. Estamos cerca de la Plaza Mayor y a la proverbial sombra del ayuntamiento neogótico. Nos encontramos en medio de un rico patrimonio. Lovaina tiene mucho que ofrecer en este sentido. Esto lo descubriremos más adelante. Pero primero: ¡a pedalear! 

Desde allí, pedaleamos hacia las afueras rurales que rodean la ciudad. A lo largo del río Dijle, nos sumergimos en el bosque de Egenhoven. Allí pasaremos por un encantador punto de observación de aves y por el Onument, un lugar conmemorativo a orillas del río Voer.  

Ahora pedaleamos por la región al sur de Lovaina. Esta zona consta de varios bosques, como los bosques Meerdaalwoud, Heverleebos y Egenhovenbos. Estas bellas extensiones de verdor, junto con otras perlas (antiguas) como el bosque de Soignes y el Hallerbos, forman un conjunto impresionante: el Parque Nacional Brabantse Wouden.

A través de Zoet Water, un parque recreativo donde los niños pueden retozar despreocupadamente, conocemos de cerca este esplendor natural. En la capilla de Steenbergen, llenamos nuestras botellas con agua de Minnebron. Y, pensando en lo que sigue, un trago de esta agua nos viene muy bien. Durante kilómetros, pedaleamos tranquilamente a través de la verde opulencia. Los imponentes árboles proyectan sombras sobre nuestros rostros. Solo el piar de los pájaros y el crujido de la grava bajo nuestros neumáticos perturban el silencio. Desde la torre de observación De Torenvalk, contemplamos esa calma sagrada desde una perspectiva diferente. El Parque Nacional revela sus secretos y nosotros estamos allí.  

Volvemos a estar a tiro de piedra de la exuberante Lovaina. Toda la ciudad es un tesoro de patrimonio, historia y arte. Piensa, por ejemplo, en el museo M Leuven. En las pinturas del gran maestro Dieric Bouts en la iglesia de San Pedro. En Ayuntamiento y su impresionante fachada, que cuenta con 235 esculturas únicas. Y esto solo es el principio. Urge saciar nuestra hambre de patrimonio. Y si después todavía nos queda algo de sed, también podemos saciarla. El Oude Markt, con todos sus bares, es conocido como el bar más largo de Europa. Guárdanos un sitio.