Visitar castillos en bicicleta

Nuestra ruta por los castillos históricos comienza y termina en Gante. En el corazón de la ciudad se encuentra el castillo medieval de Gravensteen, pero lo dejaremos para el final del recorrido. Primero ponemos a prueba nuestra condición física. Zarpamos hacia el Escalda desde el puerto deportivo. Cruzamos el pequeño y encantador parque y ponemos rumbo a un carril bici cerrado a lo largo de la vía férrea. Eso nos lleva a ese río caudaloso. Seguimos la corriente y nos libramos del tráfico motorizado después de recorrer unos cientos de metros. 

En el municipio de Destelbergen damos un giro. Pronto desembocamos en una calle acogedora, completamente rodeada de vegetación. A partir de ahí, serpenteamos por el paisaje. Aquí y allá vemos aparecer un castillo. La mayoría de ellos se construyeron en el siglo XIX, como residencias de fin de semana para la burguesía de Gante. Disfrutamos tranquilamente del paisaje. Después de aproximadamente una hora de pedaleo, nos acercamos a un primer castillo. El Castillo de Laarne es uno de los castillos fortificados mejor conservados de Flandes. La vista exterior de la estructura del siglo XIV es impresionante y también hay mucho que ver en el interior. Nos detenemos para visitarlo. En el interior del castillo, admiramos colecciones de tapices de Bruselas, muebles del siglo XVI y una hermosa colección de plata.

Una vez más es una carretera poco transitada a través de la vegetación la que nos lleva más lejos. El camino llano nos lleva al parque del castillo de Beervelde. Esta enorme finca y parque ha sido propiedad de una familia noble desde finales del siglo XVIII. En cualquier caso, merece la pena visitarla. Siempre que se inscriban, los senderistas pueden explorarla desde el amanecer hasta el anochecer. Una visita al parque del castillo es mucho más colorida en primavera y otoño. Entonces se celebran una y otra vez las tradicionales exposiciones de flores.

Después, el ritmo se acelera de repente. Los hitos patrimoniales se suceden con rapidez. En primer lugar, la ruta nos lleva por una senda monumental hacia el castillo de Rozelaar. Desde nuestro sendero se puede admirar el hermoso castillo clasicista con sus fachadas enlucidas de blanco. Quince minutos después nos detenemos en el Gallische Hoeve. Este museo al aire libre muestra una reconstrucción científicamente fundamentada de un asentamiento de finales de la Edad del Hierro y principios de la época galo-romana. 

Básicamente, el destino final está en el puerto deportivo donde empezamos el día. Pero en lo que a nosotros respecta, todavía queda mucho que descubrir. El histórico Gravensteen está muy cerca. Así que seguimos pedaleando, para una última visita. ¿Y qué hay en Gante para comer y beber? Lo averiguaremos más tarde.