Jan van Eyck

Este pionero de los primitivos flamencos ya era un artista de renombre internacional en su época. Introdujo en la pintura un realismo pocas veces visto. Van Eyck retrató con precisión la realidad, utilizando una refinada técnica de pintura al óleo. Hermosos paisajes, fauna y flora, las nubes y la luna nunca se han representado de manera tan realista. Van Eyck pintó la luz como nadie lo había hecho antes. Además, fue uno de los primeros artistas en firmar sus obras. Con todos estos elementos provocó una revolución artística. El gran Jan van Eyck cambió para siempre la pintura occidental.

El pináculo de ese legado es, por supuesto, La Adoración del Cordero Místico. También conocido simplemente como el Cordero Místico o el Altar de Gante. El hermano Hubert van Eyck sentó las bases de esta obra maestra, el mismo Jan la completó en 1432. Después de eso, el ícono recibió un lugar en la Catedral de San Bavón en Gante.

Esa inauguración marcó el inicio de una historia tormentosa. A lo largo de los siglos, el Cordero Místico fue (parcialmente) robado o retirado de la catedral no menos de siete veces. A la fecha falta la tabla Los Jueces Justos.