

3. Equilibrio perfecto
Ya sea una bebida fresca para calmar la sed o un tripel complejo: la especialidad de cerveza belga es conocida en todo el mundo por su calidad y sofisticación. Detrás de cada cerveza se palpa la artesanía, la pasión y un compromiso con los sabores equilibrados. Son cervezas que se descubren con calma, que no se beben deprisa.
4. El vaso adecuado
En Bélgica, no vale cualquier vaso para tomarse una cerveza. Cada cerveza tiene su propia forma de copa, que resalta al máximo los aromas y sabores. ¿Estás sirviendo el vaso equivocado o un tripel demasiado caliente? Pues estás cometiendo un gran error a los ojos de un verdadero cervecero belga. Igualmente importante es que la mayoría de las cervezas belgas tengan una capa de espuma espesa.
5. Influencia mundial
La cerveza belga goza de seguidores en todos los continentes. Aunque los cerveceros extranjeros intentan a menudo imitar los estilos belgas, el original sigue siendo insuperable. Para los entendidos y aficionados de todo el mundo, la cerveza belga es la referencia.
6. Imprescindible para cualquier amante de la buena comida
La cocina belga rebosa de platos en los que la cerveza desempeña un papel estelar: desde guisos con cerveza negra hasta delicadas salsas con tripel. Además, maridar cerveza con chocolate o queso es una experiencia culinaria que no vivirás tan intensamente en ningún otro lugar como en Bélgica.
7. Cultura de bares
El alma de la cultura cervecera belga se encuentra en los bares. Desde acogedores pubs tradicionales hasta auténticas cervecerías con cientos de referencias: son lugares donde se reúnen lugareños y visitantes, donde se comparten historias y donde se degusta la especialidad de cerveza como debe ser.
8. Región del lúpulo en Flandes
En la comarca de Westhoek, en los alrededores de Poperinge, se cultiva desde hace siglos el lúpulo, ingrediente esencial de la cerveza. Visita la comarca siguiendo una ruta senderista o ciclista en Flandes y descubre no sólo los campos de lúpulo, sino también sorpresas culinarias, como los brotes frescos de lúpulo en primavera.
9. Patrimonio de la UNESCO
Desde 2016, la cultura cervecera belga figura en la lista del patrimonio cultural inmaterial de la UNESCO. Esto demuestra hasta qué punto la cerveza está entretejida con la vida social y cultural belga. Para los belgas, la cerveza es más que una bebida: es un símbolo de identidad y orgullo nacional.
10. Un futuro lleno de innovación
La historia de la cerveza belga es rica, pero el futuro es, como mínimo, igual de apasionante. Los jóvenes y creativos cerveceros artesanos y las microcervecerías están experimentando con nuevos sabores y técnicas, al tiempo que se mantienen fieles a las tradiciones centenarias. Así se mantiene vivo el mundo de la cerveza belga.
¿Sientes curiosidad? Descúbrelo por tu cuenta
Reserva una cata de cerveza en una de las ciudades de arte flamencas y descubre estilos centenarios e innovaciones modernas. Sigue una ruta a pie o en bicicleta por Flandes y visita emblemáticas fábricas de cerveza belgas. Déjate sorprender por la experiencia cervecera belga definitiva, donde la tradición e innovación se complementan a la perfección. Cada vaso de cerveza belga cuenta una historia de cultura, artesanía y pasión.















