La ruta Wildegistenwandeling
Salida
Punto de partida: Molino de Pede
Empezamos en el molino de agua de Sint-Gertrudis-Pede (Dilbeek), que aquí se llama popularmente «Pedemolen». Se trata de un molino de agua auténtico del siglo XVIII y también de uno de los pocos que aún funcionan en la Región de Pajottenland. Al parecer, el maestro flamenco Pieter Bruegel también le echó el ojo artístico cuando pintó «El regreso del rebaño» y «La urraca en el patíbulo». El molino de Pede regularmente abre sus puertas: cada segundo y cuarto domingo de mes por la tarde de abril a octubre y cada segundo domingo de mes por la tarde de noviembre a marzo. Los voluntarios te muestran cómo se muele el grano para convertirlo en harina, como antaño. Justo detrás del molino, puedes relajarte junto al estanque con su pasarela de tablas elevadas o en el huerto con variedades de frutas antiguas.
Pedemolen (Watermolen van Sint-Gertrudis-Pede) - Lostraat 84 - 1703 Schepdaal


Castillo y finca de Groenenberg
Nuestro recorrido también nos lleva por la hermosa finca de Groenenberg, en Sint-Pieters-Leeuw. En este inmenso parque de 45 hectáreas, podrás pasear entre los coloridos rododendros, azaleas y hortensias. El parque se extiende alrededor del castillo de Groenenberg y luce el típico y encantador estilo paisajístico inglés. Aquí podrás relajarte por completo en un entorno verde y también aprenderás más sobre el impresionante caballo de tiro brabantino. El propio castillo, construido en 1890 por un notario de la vecina ciudad de Halle, no está abierto al público.
Castillo de Gaasbeek
Sin embargo, el siguiente castillo de nuestro paseo sí que está abierto al público y es todo un hito, sin duda alguna. En las más de 20 salas de museo del castillo de Gaasbeek podrás admirar una valiosa colección de muebles, tapices, cuadros, esculturas, orfebrería, vidrieras y mucho más. En una de las alas del museo, también podrás visitar el cuarto de baño, el dormitorio y la «chambre rouge» de la marquesa Marie Arconati Visconti. De este modo, te harás una buena idea de la vida cotidiana de los castellanos y damas de la época. El castillo de Gaasbeek vivió una historia turbulenta y se construyó originalmente para proteger de las invasiones al entonces ducado de Brabante. Fue la marquesa la que, a finales del siglo XIX, convirtió este fortín medieval en el castillo neogótico y romántico de cuento de hadas que vemos en la actualidad. Está enclavado en un vasto parque de nada menos que 49 hectáreas con un pabellón de recreo del siglo XVII, una antigua capilla, un arco de triunfo en honor a Napoleón y un hermoso jardín museo con frutas y verduras autóctonas.
¡Consejo experto!
¿Te ha entrado hambre? No te preocupes, en la entrada del parque del castillo se encuentra el café-restaurante Brasserie Graaf. No dejes de probar el helado casero con leche fresca de vaca en la heladería Krijmerie van Gaasbeek.
Fábrica de cerveza 't Guldenhooft
Pegado al parque del castillo de Gaasbeek, en Sint-Laureins-Berchem, se encuentra la fábrica de cerveza 't Guldenhooft. Tras años de trabajo arduo, Bob convirtió esta antigua cervecería de granja a la sombra del castillo de Gaasbeek en una fábrica de cerveza en toda regla. Hoy, Bob elabora dos cervezas: «Rosten Uil» y «Rosten Uil Barrel Aged». Desde hace poco, también se pueden degustar sus cervezas especiales Oude Kriek ‘t Guldenhooft y Oude Geuze ‘t Guldenhooft. Visita la fábrica de cerveza con cita previa.


Fábrica de cerveza Lindemans
Más adelante también nos detenemos en Lindemans, una de las fábricas de cervezas lámbicas más emblemáticas de Bélgica. Aquí, la familia ya lleva elaborando cervezas lámbicas de forma tradicional desde 1822. Constituyen la base de sus conocidas Geuze, Kriek y otras cervezas afrutadas. La fábrica de cerveza se puede visitar (previa reserva) los días laborables. Te espera una fascinante visita guiada en la que lo descubrirás todo sobre este centenario proceso de elaboración.


Llegada: Fábrica de cerveza Kestemont
En nuestro camino de vuelta al molino de Pede se encuentra fábrica de cerveza lámbica Kestemont. En 2016, la familia Kestemont compró este complejo a la antigua fábrica de cerveza Goossens. Tres años más tarde elaboró su primera cerveza lámbica, y otros dos años más tarde produjo su primera lámbica propia en la nueva sala de elaboración. Esta familia de cerveceros combina tradición e innovación: al cultivar el grano (ecológico) y la fruta en sus propios campos, elabora sus cervezas lámbicas y afrutadas de forma completamente circular. Los viernes y sábados se puede visitar la fábrica de cerveza a las 14:00 horas, con guía y degustación.
Llegada

