Rudi Ghequire
En la carpintería, los robles yacen a la espera de ser transformados en duelas. En la cervecera de Roeselare se conservan todos los aspectos de la elaboración de la cerveza. Rodenbach es una cerveza típica de Flandes Occidental. Una cerveza flamenca de color rojo-marrón, como se denomina este estilo de cerveza, es una mezcla de cerveza joven fermentada y cerveza agria envejecida en barril. Así se obtiene una cerveza compleja, fresca y agria, y muy refrescante.
Cerveza de barriles verticales
Cerveza gourmet con lúpulo fresco
Los ácidos frescos de Rodenbach la convierten en una cerveza gourmet, que combina de maravilla con toda una serie de platos. La más famosa, por supuesto, es su maridaje con gambas grises del Mar del Norte. En muchos bares de la costa flamenca te servirán una ración de gambas grises frescas y sin pelar con su vaso de Rodenbach. «El sutil sabor salado de las gambas combina a la perfección con la elegante acidez de la Rodenbach», dice Rudi. También elaboramos una Rodenbach Grand Cru: en estas botellas solo encontrarás cerveza añejada de al menos 18 meses. Esta cerveza es más ácida e ideal para hacer un estofado flamenco. No se obtiene ningún amargor desagradable en el estofado y el ácido hace que la carne esté deliciosamente tierna». Una cerveza marrón-roja flamenca también combina de maravilla con los quesos: cuanto más ácida sea la cerveza, más fuerte puede ser el queso. Puedes beber una Rodenbach Grand Cru con un queso azul fuerte sin problemas. A su vez, una Rodenbach Classic más suave va bien con un queso blanco más blando.
Clase y fama mundiales
«En ningún otro lugar del mundo se elabora este estilo de cerveza. Desde australianos a japoneses, todos quedan impresionados por nuestras cervecerías históricas».